
El mundo sería agradable su estadía si cada ser humano fuera educado en valores, éticos, morales y religiosos. No podemos vivir o convivir en las familias, trabajos y escuelas, con grupos de personas carentes de principios. La familia, los amigos, los maestros y la iglesia, deberíamos de formar una sola comunidad, respirando el mismo aire y compartamos los mismos ideales, para cambiar lo que tenemos. Debemos de unirnos como una sola nación para combatir los flagelos que nos vemos sometidos por la delincuencia, las maras, la canasta básica, la desintegración familiar, la falta de empleo digno, la subsistencia de todo ser humano, oportunidades de estudiar, de asociarse y para finalizar la clase política.
No comprendo a los seres humanos que se aprovechan de los demás, de los más débiles sean estos por su aspecto físico o por otros factores, que les dejan una gran marca para toda la vida, el respeto de las personas y de sus libertades es importante, pero es más importante poner atención de aquellos que necesitan ser escuchados, protegidos y más aún se pueden convertir en una clase marginada.
La libertad de mi forma de expresarme o no decir nada, debe de ser respetada, por todos, la empatía mi compañera para siempre, constituye un medio para cambiar todo por poco o mucho que sea, con el fin de relacionarme con los demás, y de sentir y de vivir el dolor ajeno.
Mi esperanza no debe de quebrarse aún en las mas fieras batallas, somos imperfectos pero podemos cambiar, siempre que se desee. Hoy puede ser el inicio de un cambio con Fe en Dios, la esperanza y la empatía.
Mis palabras pueden ser el alimento del alma de aquellos que más lo necesiten, de los que no tienen nadie que los entienda, pero usada la palabra con sabiduría, comprensión, de forma positiva, de manera escrita o puede ser verbal, de la forma que la presente es de gran utilidad.
Sueño con libertades, pero nunca con libertinajes, el amor al prójimo es mi fortaleza, vivir en un mundo donde todos gocemos con las mismas oportunidades, para subsistir, la igualdad en todo sentido, donde se reconozca al débil y al más fuerte, y deben de ser tratado por igual, reconociendo su fortalezas y debilidades.
Todos somos iguales. No solo en mi sueños, sino en la realidad una realidad que nos pertenece a todos..
Nuestra sociedad puede ser construida y sustentada en la igualdad para todos.
Escrito por: ANGEL ANTONIO CORNEJO CAÑENGUEZ
1 comentario:
Excelente pieza para meditar en el mundo en que vivimos, me parece muy bien pensado Angelito, gracias por compartir tus suenos con nosotros.
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